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Lee «Melancolía», columna de Rocío Aguilera

Por: Rocío Aguilera/Foto: myartghuides.com

Antes de que los artistas comenzaran a plasmar sus propias introspecciones en sus obras, el mundo del arte hace apenas menos de 400 años se regía bajo temas bíblicos, religiosos o de la época. Eso sí, cada uno con su propio toque y estilo claramente seguido por la tendencia o innovación del momento. Pero ¿qué tendrían en común diferentes  personas nacidas con diferencia de más de 200 o 300 años? Lo maravilloso del arte es que conecta tiempos, espacios, lugares, personas y lo más importante: pensamientos y sentimientos. La materia prima más recurrente para  la creación de un sinfín de obras es la melancolía.Todos hemos tenido este sentimiento alguna vez, a veces lo difícil es describirlo, ahora podemos recurrir a la fuentes del conocimiento y desmenuzar esta palabra como  un término que deriva del latín y que, a su vez, tiene origen en un vocablo griego que significa “bilis negra”. Se trata de la tristeza vaga, permanente y profunda, que puede haber nacido por causa física o moral y que hace que el sujeto que la padece no se encuentre a gusto ni disfrute de la vida. Para muchas ocasiones la Melancolía es la materia prima de los artistas y hasta el 9 de julio puedes encontrar una exposición titulada bajo ese sentimiento en el Museo Nacional de Arte que propone una revisión de cómo la melancolía fue representada en la plástica producida en México entre los siglos XVII y el XXI. Se trata de una exposición que permite reflexionar en torno a la manera en que afectos y pasiones humanas asociadas a la melancolía como tristeza, duelo, desesperanza, frenesí o hasta la locura han quedado plasmados en el arte virreinal, moderno y actual. Compuesta por 137 obras de artistas como Leonora Carrington, Germán Gedovius, Manuel Ocaranza, Diego Rivera, Julio Ruelas, Rufino Tamayo y Cristóbal de Villalpando, entre otros. En los reviewsde esta expo destaca la palabra IMPERDIBLE. Si bien la Melancolía es uno de los afectos más oscuros del ser humano. En la psicología Sigmund Freud escribió  “Duelo y Melancolía“, a través del cual desarrolla una comparación del duelo que se consideraba normal y la melancolía tomada como patología. Es cierto que de vez en cuando entramos a ese bluemood que nos bota de la realidad y nos encasilla en la tormentita o tormentota personal encubada en el vaso de agua.  Aristóteles se preguntaba ¿cómo es que todos quienes sobresalen en la filosofía, la política, la poesía o el arte son melancólicos?.En la música cuántas canciones hacen referencia a este estado y le ponemos más ahínco al cantarlas. La melancolía puede estar dentro de la obra musical (ser el tema que se trata) o merodear, pero en ambos casos la determinación de que una obra sea melancólica, depende de la percepción del escucha, es decir de la recepción. En la década del 90, el movimiento grunge hizo una especie de culto de la melancolía y el desencanto. Los SmashingPumpinks editaron un disco titulado “MellonCollie and theInfiniteSadness” (un juego de palabras que bien puede entenderse como “la melancolía y la tristeza infinita”).Esta carga afectiva es un tema amplísimo y sin dudar lo que se sienta, el hecho de hacer productivo este sentimiento reside simplemente en poner las manos en acción y construirlo en un gran motor de creación.