Cl.
Tolimán, un pueblo en el que perduran sus tradiciones
Su entorno cultural está presidido por el triángulo simbólico que forman La Peña de Bernal y los cerros de El Zamorano y El Frontón
Redacción: La Fuente/Foto: Universidad Anáhuac
El pueblo otomí-chichimeca, asentado en la zona semidesértica del estado de Querétaro, en el municipio de Tolimán, ha conservado un conjunto de tradiciones que forman parte importante de nuestra esencia e identidad como queretanos.
Este año, de forma especial, representantes de este municipio, colocaron su tradicional altar de muertos en las instalaciones de la Universidad Anáhuac Querétaro para revivir mediante un ritual, el acto que permite ofrendar y recordar a los difuntos. Algunos de los detalles que se cuidaron en el acto espiritual son los siguientes.
Para los antiguos Otomíes de Tolimán la ofrenda es variable de acuerdo a la organización familiar definida por linajes, los familiares llevaban chiquihuites con tamales, frutas de la región, atole de pirul, atole de leche, de mezquite, huacales con pan de angelitos y flores de mal de ojo, cinco llagas y la flor de zempaxochitl, además de las ya tradicionales veladoras.
El rito debe tener relación con alguna promesa a Dios, que a través de cantos y rezos por medio de este ofrecimiento y de la palangana charola de madera, donde se coloca un cuartillo de maíz o fríjol, doce jarritos de barro con chocolate o café y encima de estos un pan que representan a los doce apóstoles y en medio de estos se pone un jarro grande igualmente con pan y chocolate que representa a la comunidad. La plegaria llega a él por medio del humo del copal, pero principalmente con oraciones y peticiones, según la creencia son escuchadas por Dios.
Finalmente la ceremonia debe ser acompañada de música de violín, tambora y tamborcito.
WhatsApp
Leave a Comment