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Cl.
Contrastes: Pennypop

enero 01, 2016

¡Llena este 2016 de CONTRASTES!

Por: Rocío Aguilera

La vida está llena de contraste. De una forma visual, sensorial, emotiva y circunstancial. Nacer es venir a un mundo totalmente diferente de donde nos formamos. El día y la noche son contrastes absolutos.  Quizá la existencia de este fenómeno tan diferencial nos enseña a valorar, a identificar  y diferenciar situaciones. Como dice la canción: sólo extrañamos el sol cuando empieza a nevar, sólo odiamos el camino cuando extrañamos el hogar. Un cambio tan brusco nos sacude para detenernos un poco a reflexionar, agradecer y tomar acciones. En el camino habrá guerreros que observen y no paren y habrá también quienes se queden perplejos únicamente a testificar. Hablando del color puede sonar un poco absurdo pero los colores que más contrastan entre sí son los que crean una composición más armoniosa. Éstos colores se llaman complementarios. Y en resumidas cuentas cuando tomamos un color primario y formamos una nueva combinación con otro, el color faltante es el color que complementa. Por ejemplo: si mezclamos magenta y azul tenemos: morado. El color primario faltante es el amarillo, entonces el complementario del amarillo es el color morado. Cuando dibujas con los colores de aceite en papel albanene y empalmas los colores complementarios entonces el color se empieza a saturar hermosamente. Es una locura imaginar que el color negro pigmento está formado por la combinación de todos los colores y el color negro luz es la ausencia de todos. Así las cosas.

El claroscuro es una técnica de pintura que consiste en el uso de contrastes fuertes entre volúmenes, unos iluminados y otros ensombrecidos, para destacar más efectivamente algunos elementos. Esta técnica permite crear mayores efectos de relieve y modelado de las formas, a través de la gradación de tonos lumínicos. Al observar este estilo de pintura parecería como si un punto de luz iluminara la escena tal cual se hace en los escenarios teatrales. Las obras de Caravaggio y Rembrant son el ejemplo perfecto de esta corriente. Si Caravaggio nos retratara en un lienzo a cada uno de nosotros en una escena ordinaria ¿dónde nos dibujarían? ¿Seríamos el punto focal iluminado de la pintura? o ¿se dirigiría hacia algún objeto como tema central? ¿sería igual de dramática que sus pinturas?. Dividir el tiempo en años, meses y días organiza nuestro recorrido como especie pero también nos genera introspección personal. Nuevas metas, nuevos planes y mirar atrás se combinan para tener como resultado un motor vigorizante, una pequeña luz, un reflector o una vela dependiendo de cuál grande queremos que nuestro contraste sea.

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