Cl.
El síndrome de peter pan: adultos incapaces de madurar
Un Peter Pan, es un adulto-niño que se resiste a crecer y a madurar. Es una persona que no puede renunciar a ser niño (hijo), para ser adulto (padre)
Por: Claudia Ojeda/Foto: nuestropsicologoenmadrid.com
El síndrome de Peter Pan, fue descrito por el psicólogo Dan Kiley, definiéndolo como el síndrome de la persona que nunca crece. Este síndrome describe un tipo de personalidad que se caracteriza por una rotunda negación a aceptar las responsabilidades implícitas de la edad adulta, y la imposibilidad de desarrollar roles (padre, pareja, etc.), naturales a los ciclos y etapas de la vida y edad.
Un Peter Pan, es un adulto-niño que se resiste a crecer y a madurar. Es una persona que no puede renunciar a ser niño (hijo), para ser adulto (padre).
Causas ¿Por qué se produce?: La persona crece, pero no se produce la maduración psicológica adecuada a su edad. La representación interna que hacen de su yo, es un modelo de su infancia que se mantiene a lo largo del tiempo. Sus comportamientos y actitudes, y la incapacidad para madurar son una barrera defensiva para protegerse de su inseguridad, de su miedo a no ser queridos y aceptados.
El síndrome es la consecuencia de no haber completado el periodo de desarrollo psicológico habitual y adecuado. La infancia es un periodo de aprendizaje y desarrollo, lleno de adquisiciones que nos permiten ser adultos sanos y nos dota de habilidades y estrategias que nos llevan al bienestar. La ausencia de un apego seguro en la infancia y una educación que no desarrolle la responsabilidad, tiene como consecuencia adultos inseguros, que se perciben incapaces de controlar sus vidas, y se resisten a crecer. Aparecen dos tipos de infancia que se encuentran en la base de este síndrome:
- Una infancia muy permisiva, donde el sujeto no se ha desarrollado. No ha aprendido a solucionar problemas, ni a enfrentarse a retos. Siempre se han ocupado de él.
- Una infancia–adulta. Son niños y niñas que se ven forzados a vivir “como adultos” siendo niños/as. Con un nivel de exigencia demasiado alto, cargado de reglas y teniendo que realizar actividades y asumir responsabilidades de adultos.
En ambos casos, tienden a idealizar la infancia y a intentar mantenerse en ella (en el primer caso) o recuperar el tiempo perdido y volver a ella pudiendo ser ahora adultos niños (en el segundo caso).
Consecuencias del síndrome de Peter Pan: El síndrome de Peter Pan, implica importantes alteraciones emocionales y conductuales. Son adultos que no están preparados, que no pueden afrontar determinadas emociones y responden con un tipo inadecuado de conductas.
- En el plano emocional, son personas dependientes e intolerantes a la frustración, lo que les lleva a altos niveles de ansiedad y tristeza. No han madurado psicológicamente para desarrollar fortalezas emocionales y psíquicas que les permitan enfrentarse a sus problemas.
- Al no tener conductas de adulto y no ser capaces de asumir responsabilidades, aparece un choque en su representación psicológica y repercute en sus niveles de autoestima.
- Temen no ser aceptados o queridos.
La persona que se niega a crecer.
Los rasgos de personalidad de personas con el síndrome son los siguientes
- Necesitan ser cuidados por otras personas.
- Incapaces de comprometerse o cumplir promesas, así como asumir responsabilidades.
- Son personas emocionalmente muy dependientes, egoístas y sin empatía.
- Su autoestima es baja y su comportamiento negativista y rebelde.
- No están satisfechos con su vida y sus logros, pero no hacen nada para mejorar.
- Temen la soledad.
- Tienen muy baja o nula tolerancia a la frustración.
Consejos para prevenir la aparición del síndrome de Peter Pan en niños y niñas:
- Enseña al pequeño a asumir responsabilidades, muéstrale la relación entre los actos y las consecuencias. La infancia es una etapa en la que se produce el desarrollo necesario que prepara a los niños y niñas para la vida adulta.
- Proporciona al pequeño un apego seguro que desarrolle su autoestima.
- Asegúrate de que el niño/a, vive su infancia como niño/a y pasa por las etapas de desarrollo adecuada. No deben ser niños/as con excesivas responsabilidades para su edad. Vivir estos años sin tener infancia, hace que se idolatre el periodo y que posteriormente sean incapaces de crecer.
- Ayúdale a interpretar la realidad de un modo realista. Se trata de hacerle consciente de la realidad y enseñarle a manejar las situaciones frustrantes. De este modo conseguimos que se perciban capaces de controlar su vida.
- Deja que tomen decisiones. Han de saber que tienen capacidad para decidir.
- Enséñales a tolerar la frustración. Los niños y niñas tienen que enfrentarse a sus propias frustraciones y aprender a manejarlas.
- Enséñales a ser empáticos y menos egoístas desde los primeros momentos.
- Enséñales cuales son las consecuencias de sus actos y no les rescates de sus errores.
- Edúcale encontrando el equilibrio sano, entre el amor y la responsabilidad.
Fuente: Celia Rodríguez Ruiz Psicóloga y Pedagoga
WhatsApp
Leave a Comment