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Fallece el cirujano César Torres Rivero

Por: Christian Velázquez / Foto: La Fuente

QUERÉTARO, QRO.- De forma inesperada se recibió la noticia del deceso del Dr. César Torres Rivero, Médico Cirujano Plástico, cuya labor profesional y humana estuvo encaminada a ver por las personas que menos tenían y que en esa función,  trazó en todas ellas una mejor perspectiva de vida.

Fue a través de la página de Facebook de su amada esposa y empresaria, Marisol Kuri de Torres, quien actualmente funge como Presidenta del Consejo Coordinador de Mujeres Empresarias, capítulo Querétaro,  que se dio a conocer el lamentable fallecimiento de César Torres, mismo que sin carencia de emotividad y mucho amor con el que la noticia se entrelazaba con una profunda tristeza, Sol Kuri, como suelen llamarla sus amistades más cercanas, compartió sus primeras palabras ante el sensible desenlace: “Con el corazón de amor y agradecimiento por tu vida en mi vida, Mi novio. Te amo”.

De esta manera dio a conocer el fallecimiento del cirujano César Torres Rivero, quien a sus 58 años dejó todo un universo de cariño entre sus familiares y amigos, y las posibilidades de una vida mejor en todos aquellos en donde su filantropía y conocimientos como cirujano plástico, fueron plasmados sin distinción alguna. 

El día de su deceso, el Dr. César Torres y su esposa, Marisol Kuri, asistieron a una convivencia social en la Ciudad de México, siendo al día siguiente que se dio a conocer su deceso.

Desde pequeño, César Torres Rivero quiso ser médico, su pasión por ayudar a la gente daba sus primeros pasos y que después, en el desempeño de su profesión, se manifestaría como una actividad de largo aliento. Estudió Medicina en la Universidad Anáhuac Norte; después hizo un año rotatorio en el Hospital Ángeles del Pedregal; tres años de Cirugía General en el Hospital GEA González; tres años de la especialidad en Cirugía Plástica, en la misma institución. Al finalizar hizo un fellowship con su maestro el Doctor Fernando Ortiz Monasterio en el Hospital Ángeles del Pedregal y efectuó una subespecialidad en Cirugía Estética y Cráneo-Maxilofacial.

Dentro del marco profesional y humano, dos ingredientes fundamentales que lo acompañarían toda su vida, plantearon de alguna manera las bases para tomar la decisión de estudiar Cirugía Plástica, ya que el poder cambiar vidas desde el ámbito reconstructivo como el estético, constituía parte de sus objetivos.

Consciente siempre de los avances que en la medicina se van sucediendo día tras día, el ejercicio constante de actualización, lo llevaría  a asistir a tres o cuatro congresos internacionales al año y a dos nacionales para brindar a sus pacientes la mejor y más actual atención.

Cuando estudiaba con el Doctor Ortiz Monasterio tenían el programa Cirugía Extramuros, que consistía básicamente en ir a comunidades muy humildes en diferentes partes de la República donde se programaban para hacer cirugías de reconstrucción de labio y paladar hendido. Operaban hasta a 120 personas en cada jornada. Esto habla de la calidad humana con la que, a través de la ciencia médica y de su propia naturaleza, ambos doctores unieron esfuerzos enfocados a un solo objetivo: abrir un panorama de vida más amable para muchas personas.

Realizaba constantemente  campañas para llegar a la mayor población posible en busca de que no hubiera ningún niño rezagado. Atendió, incluso, a personas de hasta 60 años que nunca se habían tratado el labio y paladar hendido.

El total de su vida fue repartida entre sus grandes fervores: su familia que sin lugar a dudas fueron su motor; su profesión; el motociclismo y sus perros que lo mantuvieron en libertad y cerca de la naturaleza…estas últimas,  cualidades que lo estrecharon con plena certeza y para bien, en la memoria de todos los que lo conocieron.

A nombre de todo el equipo de esta casa editorial La Fuente, expresamos nuestro más sentido pésame a familiares, amigos y compañeros por esta sensible pérdida.

Descanse en paz Dr. César Humberto Torres Rivero.