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Llega a Querétaro la película “Tengamos la fiesta en paz” del director Juan Manuel Cotelo

Por: Christian Velázquez / Foto: La Fuente Querétaro

QUERÉTARO, QRO.- Próximamente, el 1 de diciembre, en Cinemex, se estrenará en Querétaro capital la película “Tengamos la fiesta en paz”, del director y productor Juan Manuel Cotelo e Infinito+1, ésta última, distribuidora, productora y fundación.

Se trata de una comedia musical dirigida para toda la familia y el público en general, muy ad hoc para estas fechas decembrinas que ya se acercan, donde se pretende a través de la concientización, resaltar los valores al interior de la familia y en nuestro día a día, principios que se van difuminando a consecuencia de la cotidianidad.

Este musical navideño ofrece en panorama a un matrimonio que está atravesando por una importante crisis en su relación, en cierta forma activada por las demandas en el trabajo, en el caso del marido, y la tecnología como una parte importante en el distanciamiento, que a pesar de ser una herramienta necesaria, también acapara toda la atención de las personas situándolas como pequeñas islas urbanas, y es, mediante la música y el espíritu de la Navidad, que tratarán de solventar sus problemas con la ayuda de los hijos y la abuela, ésta, hablando desde la experiencia, es decir, un “complot” familiar que buscará en definitiva la unión y el equilibrio nuevamente al interior de ella.

Con un reparto que va: Carlos Aguillo como el padre, Teresa Ferrer, como la madre, Mamen García, la abuela, y los tres hermanos: Eva, Ana Bravo y Juan Sánchez.

La financiación para la película ha sido obtenida por una campaña de crowdfunding con la ayuda de personas provenientes de 30 países que se han sumado a este proyecto ya no como simples espectadores, sino también como protagonistas, compañeros de viaje a decir de Juan Manuel Cotelo.

Cotelo, de origen español, tiene en su haber otras cinco películas de largometraje anteriores a esta, puntualizando en los detonantes de Tengamos la fiesta en paz, que se decantan en: Porque no queremos ser espectadores pasivos de las rupturas familiares, sino ser parte de la solución. Porque el cine influye poderosamente en la construcción de valores familiares y sociales. Porque creemos en la familia, no como utopía, sino por experiencias reales de familias unidas, hoy.