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¿Qué tipo de hambre tienes?
Cualquier duda y/o comentario envíame un correo a nutricion@vevapalacios.com : Veva Palacios
Por: Veva Palacios
En realidad nos resulta un poco complicado poder definir lo que es el hambre. ¿Te has puesto a pensar que tu hambre podría ser emocional y no necesariamente física? A veces la confundimos con ansiedad, con antojo y otras sensaciones que pensamos son hambre física, cuando en realidad no lo son.
El hambre física no es más que la señal del cuerpo avisando que requiere energía y nutrimentos para poder funcionar de manera adecuada, por así decirlo, como que le hace falta gasolina al tanque del coche para poder andar. Para ello el cuerpo suele enviarlos señales fisiológicas indicando la carencia de energía que coloquialmente puede ser ese crujir de las tripas o algo de debilidad o cansancio.
Sin embargo, el cuerpo a veces puede pedirnos alimento cuando tenemos otro tipo de hambre, y esa hambre puede ser hambre de lo que tú quieras llamarla. Podríamos decir que el humano puede tener hambre de conocimiento, de saber más, hambre de hacer lo que te gusta, hambre de crecimiento personal o espiritual, de disfrutar, de viajar, de arreglar algún asunto pendiente, de descansar e incluso hambre de sentirte querido.
Por ello resulta fundamental identificar qué tipo de hambre tienes y manejarla según sea el tipo para evitar confundirla con el hambre física, donde solemos desembocarla muchas veces, logrando así que esa hambre no sea saciada a pesar de consumir cantidades enormes de alimento donde, además, la mayoría de las veces queremos llenarla con alimentos que en realidad no nos nutren e incluso podrían crearnos una compulsión por seguirlo haciendo.
Así que ahí viene la gran pregunta… ¿De qué tienes hambre?
Intenta hacer un autodiagnóstico para empezar a escuchar a tu cuerpo y, en caso de estar seguro que es hambre física, saber medirte.
Como ya lo he mencionado, si es así el cuerpo demanda nutrimentos, no únicamente calorías, por lo que un balance en tu alimentación ayudará a saciarte y saber cuándo parar. Para ello te recomiendo lo siguiente:
– Acude con un nutriólogo que te ayude a calcular tus demandas de cada nutrimento según tus características personales y estilo de vida.
– Distribuye tus demandas con los diferentes grupos de alimentos y distribúyelos a lo largo del día según tu estilo de vida.
– Ten presente que el cálculo que te ayudó a hacer el nutriólogo ya considera tu demanda incluyendo actividad física, la cual resulta pieza fundamental para tu salud.
– Aprende a identificar la diferencia entre sed y hambre, por lo que tomar primero un vaso de agua ayudará a definirlo con más claridad.
– Intenta variar tu dieta lo más posible para asegurarte consumas todo lo que necesitas.
– Si ya identificaste que tu hambre es meramente física recuerda que es diferente saciarte que llenarte a tope, para ello te sugiero aplicar la técnica de los 3/4. Para ello intenta pensar que tu cuerpo es un tanque del cual, si lo partieras en 4, debes llenar únicamente 3 de esas 4 partes, lo que resultará más que suficiente para mantenerte sano.
Ahora sí, sabiendo esto, te invito a identificar de qué tienes hambre y te aseguro que te llevarás una gran sorpresa cuando veas que esa hambre no siempre es necesidad de alimento.
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