Menu

Pe.
Laura Alma Casados Mata, Presidenta – Fundadora de la Asociación Unidos por un Mundo Incluyente

junio 09, 2018

Laura es ejemplo de que una discapacidad física no es impedimento para cumplir los sueños, sino al contrario, para ella ha sido su motivación.

“Pies para que los quiero si tengo alas para volar”

Frida Kahlo

Por: Ibania Cortés / Foto: Manuel Álvarez

Con 25 años de edad, su carácter aguerrido le ha permitido llegar hasta donde lo ha hecho, demostrando que la limitante sólo está en la mente y que aunque es un reto cada día, no hay imposibles.

Nuestra entrevistada es originaria de Querétaro, psicóloga en el INDEREQ, modelo, deportista y activista, por lo que en entrevista para LF La Revista la joven compartió su amor por la vida, su espíritu de lucha y su entusiasmo.

Laura, ¿cómo iniciaste en el deporte?

“Desde los cinco años comencé a practicar natación. Mis papás querían encontrar una forma de que mi cuerpo pudiera estar bien y yo me sintiera mejor. De ahí me enamoré del deporte, yo competía con niños de estatura promedio, y aunque no llegaba en un buen lugar nunca me daba por vencida. A los 15 años un amigo me invitó a incorporarme un grupo de personas con discapacidad y desde ahí no he parado.

En natación, fui pionera. Gané tres medallas de oro en las Paralimpiadas Nacional en 2013, pero después dejé esta disciplina por problemas de salud. Ahora me encuentro haciendo el Parapowerlifting. Yo pensé que por mi discapacidad no podía, pero fui a una prueba a México y vieron que era muy buena. A principios de enero de este año comencé a entrenar. Voy al gimnasio de la unidad deportiva Querétaro 2000 tres días a la semana, de una a dos horas diarias, y también practico natación y bicicleta”.

Sabemos que no sólo eres una buena deportista, tu labor también es social, platícanos al respecto

“Tengo una asociación que se llama Unidos por un Mundo Incluyente, que está dirigida a personas de talla baja. Tenía la idea desde hace cinco años y hoy es un hecho. Tenemos a treinta y dos personas detectadas en el estado, pero no todos quieren formar parte del grupo porque veces no logramos ver nuestra realidad, cuando lo hacemos empieza el proceso de aceptarte y valorar todo lo que tienes.  Yo pensaba que era la única con esta condición y cuando mi papá me llevó a una convención en Estados Unidos vi que habían más personas así y eso me ayudó.

Es importante que la gente identifique de dónde venimos y saber que somos un grupo que está luchando por la inclusión. En cada uno de los estados se tiene un representante de las personas con talla baja, y aquí en Querétaro afortunadamente soy yo la representante”.

¿Cómo ha sido tu adaptación a la sociedad?

“Mis papás son de estatura promedio, al igual que mi hermano de 30 años, entonces tuve los dos lados de la balanza. Por parte de mis papás estuve con sobre protección, por amor, para evitar que algo me pasara. Y por el lado de mi abuela paterna, Alma Sánchez Torres, fue todo lo contrario, ella me decía tú hazlo, si tu hermano te pega tú defiéndete. Con ella aprendí a salir adelante.

El mundo no está diseñado para nosotros y nunca lo va a estar. Me han dicho “el mundo se tiene que acoplar a ti” y yo creo que nosotros somos los que nos tenemos que acoplar al mundo, porque mientras no podemos quedarnos de brazos cruzados. Se lo he dicho a las mamás, es un reto pero sí se puede”.

Actualmente trabajar en el INDEREQ ¿Qué experiencia te ha dejado?

“Ya fijo, comencé a laborar hace diez meses. Ha sido una oportunidad muy grande porque aquí no hay psicólogos y menos deportivos, y compartir estas experiencias como entrenadora, como hija, como persona con discapacidad ha sido importante. Me gusta ayudar porque es muy fácil que digan a los deportistas “quiero resultados, quiero logros, quiero medallas”, pero no se ven las condiciones por las que está pasando una persona para que no esté dando estos resultados. Se debe trabajar la parte física pero también la mental”.

¿Cómo has vivido tu juventud?

“En un principio fue complicada. Cuando entré a la adolescencia me enamoraba de cualquier persona, y si me miraba me emocionaba y decía “ya quiere conmigo”, pero nunca pasaba. Hubo quién me dijera “¿cómo me voy a fijar en ti, mírate cómo estás?”, y yo decía “pues qué tengo, no me falta nada, estoy completa”, hasta que una persona me ayudó a entender que es parte de la naturaleza, que ya habrá alguien de quién yo sea su mejor opción.

Afortunadamente soy una persona que no se queda con las ganas, siempre hago lo que quiero porque sé que lo puedo lograr. Por ejemplo, no me creían que podía aprender a manejar y lo hice en una semana. Y en esto digo, tus papás pueden ser tu mayor apoyo o tu mayor obstáculo, por amor, porque quieren cuidarte, pero deben tener confianza en sus hijos, el chiste es soltarlos, permitirle ser libres y verán que deja mejores resultados”.

¿Qué papel crees que tienen los jóvenes en cuanto al desarrollo de la sociedad?

“Es importante, porque lo que hagan los jóvenes en este tiempo no sólo está cambiando su vida sino la vida de los demás. Por ejemplo, empezar por el respeto, decir la palabra correcta a nuestra condición: persona con discapacidad, ya que la ofensa más grande que nos pueden hacer es decirnos enanos”.

¿Qué es lo que más te gusta de ser joven? 

“Que puedo lograr mis sueños: como ser modelo profesional y columnista. Y estar descubriendo en esta etapa que sí se puede”.

¿A qué jóvenes admiras? 

“A los que se proponen algo y lo logran. A quienes para ellos la discapacidad no es una limitante”.

¿Qué sueño te falta por realizar

“Ser mamá. Es un sueño con el que ya tengo bastante tiempo, pero ahorita por la disciplina no lo puedo hacer hasta dentro de 4 años. Mis papás me preguntan si de verdad quiero traer a alguien que podría ser también discapacitado, y les digo que sí, si yo pude por qué no, al contrario echarle le porras y enseñarle lo que yo he aprendido”.

¿Qué es lo más difícil que has vivido?

“Hace diez años dejé de caminar y tuve que ir a Estados Unidos. Me realizaron dieciocho cirugías en un año. Mi cuerpo terminó cansado. Uno de mis sueños era poder presumir mis piernas pero salgo de las cirugías llena de cicatrices y comienza el reto personal de aceptar y valorar. Fue un golpe fuerte, pero al final dije “puedo caminar”.

Una experiencia desagradable que recientemente me pasó fue cuando iba al Seguro Social a una consulta, y un señor me detuvo, me dijo que si me podía acariciar la cabeza y le dije que no. El señor me estuvo persiguiendo porque decía que necesitaba suerte y yo se la iba a dar. Que me pase eso a estas alturas, cuando ya soy una mujer hecha y derecha, es cuando digo “no puede ser”.

¿Qué es lo más bonito que te ha pasado? 

“Abrirme puertas y estar feliz conmigo misma. Si me dieran a elegir nacer sin la discapacidad, yo diría que no, soy feliz así y lo he disfrutado, porque al pasar el tiempo te das cuenta que estás dejando una enseñanza en las personas. Por otro lado, una de las experiencias más bonitas fue bailar con alguien mirándolo a los ojos”.

Invitación a la sociedad

“Los invito a ponerse en los zapatos de la otra persona y quitarse la idea de que siempre vamos a ser perfectos. Prepararnos como sociedad desde ahorita porque la visión que tenemos de la discapacidad es que es lo peor, pero cuando la tenemos nos damos cuenta de que sólo es una condición de vida.  Todos estamos a un pie de tenerla, ya sea por un accidente, por un medicamento, por llegar a la tercera edad donde nuestra movilidad se vea reducida, pero con el tiempo te vas dando cuenta que sólo es una condición de vida”.

WhatsApp

Leave a Comment

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>